Cuarta revelación: La lucha de poder

En esta revelación el libro explica como se manifiesta esta energía en todo lo que hacemos. Lo ideal sería que siempre mantengamos un nivel de energía alto y armonioso, sin embargo, dado que la energía fluye constantemente y cambia, los seres humanos hemos aprendido a manipularla inconscientemente. La energía nos llega de todo nuestro entorno, la energía está en los paisajes, las obras de arte, en cada rayo de luz de todos los amaneceres.
Sin embargo poco nos han enseñado a percibir esa sensación de bienestar, en cambio, nos acostumbramos a rivalizar por la energía, típico en las escuelas, verdad? Donde los más populares llaman la atención de todos los demás y así se sienten muy seguros de sí mismos. La lucha por el poder: Con frecuencia, los hombres se apartan de la fuente mayor de esta energía y se sienten entonces débiles e inseguros.
Para obtener energía tratamos de manipular o forzar a los demás a prestarnos atención y por ende, energía. Cuando logramos dominar a otros de esta forma, nos sentimos más fuertes, pero ellos quedan debilitados y a menudo se resisten. Competir por la energía humana deficitaria es la causa de todos los conflictos entre las personas. Una prueba de esto se produjo justamente cuando yo acababa de leer el libro, en ese entonces voluntariamente cuidaba de mantener un nivel alto de energía relajadamente, una vez me dirigía tranquilamente de la mano de mi hijo de 3 años por enésima vez a tramitar un documento en un organismo oficial, la única diferencia fue que días antes había sentenciado: "La próxima vez que vaya voy a conseguir el documento!" Una cuadra antes de llegar un hombre, se atrevió a perturbarme de tal manera que empecé a gritar en la calle y tuve que contenerme porque mi hijo empezó a llorar, continué entonces mi camino con mi hijo en brazos, conteniendo la rabia.
Al llegar al mostrador me atendió la misma persona que tantas veces me decía despreocupadamente que aún no estaba mi documento sin corroborarlo, entonces le pedí mi documento, con las mismas palabras que siempre, pero en un tono que nunca antes había usado con ella y sosteniéndole la mirada fija a cada movimiento que fuera a hacer, tomó distancia del mostrador como tratando de resguardarse un poco de la energía que estaba emanando de mí y me pidió un segundo para revisarlo, entonces volvió con el trámite fechado desde hacía más de una semana.
Los seres humanos estamos viciados de muchos malos hábitos en nuestra comunicación, no es una tarea fácil aprender a comunicarnos de forma positiva, de manera que todos ganemos, pero tampoco imposible. Una nueva conciencia está creciendo día a día.
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