Tercera revelación: Una cuestión de energía
Desde niña soy cuestionadora, ¿Por qué debo creer esto o lo otro? Siempre busqué las pruebas de todo lo que me enseñaran, cuestionándolo todo, es más, como me dijo mi ex compañera de la secundaria después de 25 años, "Montse, ¿te acuerdas qué incrédula eras?” Cierto, así era yo. ¿Alguna vez sentiste que te rebalsabas interiormente cuando captabas la atención de muchos? Tal vez se confundía con el miedo, la vergüenza, la excitación... o a la inversa, cuantas veces sentiste que por tristeza o cansancio te agotabas tanto que ya ni fuerzas para lamentarte y entonces cualquiera que se acercaba era como una luz interior que traía oxígeno y calidez. Emociones, sentimientos, energía...
Si alguna vez has tomado clases de yoga, sabes que esa forma de ver la vida no es nueva, tu cuerpo está vivo porque por él fluye energía. Una cuestión de energía El universo es energía pura.
La Tercera Revelación nos informa que todo en el universo está hecho de energía, y esta energía crea todas las formas y sustancias de lo que llamamos nuestra realidad.
Esta energía, gran océano de vibración, se funde en las infinitas formas de existencia, ya sea en una roca, una ola, una flor, un abrigo en nuestro placard o nosotros mismos. La existencia está hecha de la misma sustancia básica, y está siempre en acción, nace, se desarrolla, se transforma y cambia. Somos co-creadores a través de nuestros pensamientos. La Tercera Revelación revela que todas las cosas son literalmente una y por lo tanto están interconectadas. Desde el momento que toda energía está interconectada, es maleable a la conciencia humana a través de la acción de la intención. Responde, de manera increíble, a nuestras expectativas.
Los pensamientos y sentimientos que irradiamos hacen que nuestra energía fluya al mundo y afecte otros sistemas de energía. Sin embargo entendí que esa energía existe porque las pruebas las tenía en mis propias experiencias, y de la misma manera que sin ser ingeniero entendemos que la antena de televisión satelital puede transmitir su programación por ondas invisibles que la antena parabólica capta, es como pude creer en una energía suprema y su poder. ¿Alguna vez sentiste que te rebalsabas interiormente cuando captabas la atención de muchos? Tal vez se confundía con el miedo, la vergüenza, la excitación... o a la inversa, cuantas veces sentiste que por tristeza o cansancio te agotabas tanto que ya ni fuerzas para lamentarte y entonces cualquiera que se acercaba era como una luz interior que traía oxígeno y calidez. Emociones, sentimientos, energía... Si alguna vez has tomado clases de yoga, sabes que esa forma de ver la vida no es nueva, tu cuerpo está vivo porque por él fluye energía. >Una cuestión de energía El universo es energía pura.
La Tercera Revelación nos informa que todo en el universo está hecho de energía, y esta energía crea todas las formas y sustancias de lo que llamamos nuestra realidad. Esta energía, gran océano de vibración, se funde en las infinitas formas de existencia, ya sea en una roca, una ola, una flor, un abrigo en nuestro placard o nosotros mismos. La existencia está hecha de la misma sustancia básica, y está siempre en acción, nace, se desarrolla, se transforma y cambia. Somos co-creadores a través de nuestros pensamientos. La Tercera Revelación revela que todas las cosas son literalmente una y por lo tanto están interconectadas. Desde el momento que toda energía está interconectada, es maleable a la conciencia humana a través de la acción de la intención. Responde, de manera increíble, a nuestras expectativas. Los pensamientos y sentimientos que irradiamos hacen que nuestra energía fluya al mundo y afecte otros sistemas de energía. Ahora sentimos que no vivimos en un universo material sino en un universo de energía dinámica. Todo lo existente es un campo de energía que podemos sentir e intuir. Más aún, los seres humanos podemos proyectar nuestra energía concentrando la atención en la dirección deseada "donde se fija atención, fluye la energía", influyendo sobre otros sistemas de energía y aumentando el ritmo de las coincidencias en nuestras vidas.
La belleza aumenta nuestra energía. La Tercera Revelación nos impulsa a poseer la realidad de esta energía universal observándola en la naturaleza y con las personas.
Todo esto me recuerda a mi abuela materna, ella tenía un jardín precioso, a menudo sentía que lo quería más que a sus nietos, jeje! Muchas veces la vi regándolas con un cuidado más parecido al de una madre con su bebé que al de una mujer mayor con un vegetal, sus plantas parecían sentir ese amor y corresponderle con cada retoño, les hablaba, incluso les cantaba y esa energía era recíproca.
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